Hoy me salgo de lo acostumbrado
que es hablar del noveno arte (anime, mangas, comics, música, etc.) para
compartir con usted una situación acaecida en mi vida y que quiero relatarle.
Hoy escribo este testimonio para que quede registrado en la historia las
situaciones que se vivían en mi país en tiempos oscuros y de decadencia.
Todo comienza en una mañana de
viernes 20 de mayo (11 de la mañana para ser exacto) cuando viniendo de un
Banco y cobrar un cheque que solo podía cambiar mi mamá, esperábamos en un alto
que el semáforo cambiara de rojo a verde, cuando aparecieron de una calle
contraria un grupo de facinerosos que inmediatamente de corrieron dirigiéndose
hacia mi vehículo sacaron sus armas apuntándome hacia el frente y obligándonos
a entregarles el vehículo, por lo que se veía lo que querían era escapar de
algo por la velocidad y prisa que llevaban, en esos momentos lo único que se
piensa es la impotencia. Impotencia de no poder
uno defenderse o pelear como hombre que soy y lo peor de todo impotencia de no
poder hacer nada ya que mi mamá de 85 años es difícil que pueda movilizarse
rápido, después de ver y pensar en segundos sabía que la prioridad era salvar
la vida de ella, los rufianes mientras tanto amenazaban cada vez mas y casi era
inminente que me iban a dejar sino muerto herido, todo fue en un instante y al
mismo tiempo sentía que el tiempo se había detenido al fin y al cabo cuando
sientes la presencia de la muerte te da una sensación muy extraña, ves todo
pasar tu familia, amigos, hijos, esposa, padre, madre, etc. Luego de unos
segundos lograron bajar a mi mamá que como les dije al principio es difícil
para ella movilizarse, se entraron los antisociales en mi auto y salieron rumbo
desconocido a toda velocidad, dejándonos a mi mamá y a mí a media calle en una
soledad muy extraña ya que pese a ser un lugar transitado nadie misteriosamente
pasaba, para bien para nosotros siempre hay almas buenas en el mundo y como
quedamos exactamente en frente de una iglesia evangélica, la gente que allí se
encontraban nos llamaron para que pasáramos adelante, allí el pastor me ofreció
agua, un teléfono y atendieron a mi mamá. Cuando llame a la policía alguna
persona que presencio el hecho había notificado el suceso porque ya se tenía la alerta de robo. Este fue
el inicio de unas semanas que jamás olvidare, primero tuve que llamar a un
familiar que nos pudiera llegar a traer y llevar a mi mamá de regreso a casa,
ella siempre se mostro muy fuerte aunque siempre he pensado que la impresión si
la afecto aunque por ser de carácter fuerte nunca lo demostró. Luego de hacer
eso fui a la delegación de policía del centro allí tomaron mi declaración y
pude intercambiar palabras con un motociclista que también le habían robado
solo que a el su moto. Luego las preguntas del caso, Cuantos eran?, Como eran?
Alguna característica que recuerdes?, etc. De allí cuando salí me di cuenta que
los buses tienen otras rutas de calles, yo tenía años de no andar en buses ya
que mi trabajo me demanda vehículo propio, además por eso había trabajado con
empeño, para eso me había desvelado estudiando, para eso me había esforzado,
para tener mi auto. Pero hoy cuatro haraganes que nunca estudiaron que se
dedicaron a vacilar y disfrutar en lo que yo estaba quemándome las pestañas
desvelándome estudiando y trabajando habían hecho de las suyas solo porque yo
no portaba un arma con la que me viera dado a balazos en iguales condiciones y no como lo cobardes
que eran valiéndose de mi mamá que es un adulto mayor. En fin unas personas que
nunca han tenido el valor de trabajar ni de hacer frente a la vida, como le iba
a pedir que mostraran un poco de humanidad, en lo personal creo que solo son
cucarachas y que el mundo sería mucho mejor sin gente así. No es que este a favor
de la pena de muerte, pero como es posible que por un porcentaje mucho pero
mucho menor de gente delinquiendo va a pesar más sobre los derechos de la
mayoría que nos queremos portar civilizadamente o mejor volvamos a la época de
viejo oeste y andemos todos armados. No quiero desviarme más de la historia
pero tenía que desahogarme un poco la rabia e impotencia de ese momento. Así
pasaron dos días, muchas personas me ayudaron con la búsqueda de mi auto,
amigos, familiares, páginas web como ITR, la gente del Grupo Samix, etc. Gente
que además de consolarme se mostraban solidarios en mi pérdida. Luego una
llamada del 911, el vehículo había sido localizado pero tenía que llegar a la escena para reconocer si era
efectivamente el mío. Llegue al lugar y me dijeron que tenía que esperar a los
detectives para ver si no tenía narcóticos, drogas, un muerto, etc. Así pase
cuatro horas de espera ya que los que tenía que
dar el ok estaban levantando un muerto en otra zona, ellos llegaron y
vieron que no tenía nada, solo algunos rastros de cigarros, pelos de mujeres y
varios chip adentro votados. El auto estaba bien pero las llaves las habían votado,
por suerte tenía otras de emergencia, de allí lo lleve al “Changallito” un
lugar que creo que sería excelente a filmar una película de Mad Max, o de
terror, un lugar ciertamente “feo” cada vehículo allí tirado era una historia
de horror distinta, unos llenos de agujeros, otros chocados, en fin una “vibra”
de dolor y muerte se respiraba allí. Luego de muchas vueltas mi vehículo quedo
allí. Cabe recalcar que tanto los agente policiales de allí como los que
encontraron mi vehículo se comportaron como verdaderos policías, eran los
chicos buenos, siempre fueron amables, y sentí mucha pena por ellos ya que
hablando me di cuenta de todas las caristias que tienen, las condiciones
infrahumanas que viven y los malos procedimientos del sistema que ellos solo
tienen que decir AMEN. Yo me preguntaba y donde está el dinero que me sacan de
mis impuestos cada vez que compro o recargo mi celular, yo que trabajo todos
los días y que el estado me exige que pague mis impuestos, donde están. O solo
sirven para ayudar a los pobres muchachos descarriados que como no tienen “oportunidades”
andan robando, y la gente honesta, las victimas donde quedan??. Me detuve a
pensar que como es posible que mis impuestos sirvan para disque reintegrar a la
sociedad a los que me habían robado mi auto, y que los que me lo habían
recuperado no vieran ni un centavo de eso. Bueno al fin lo deje allí mi auto en
un lugar extraño y con la esperanza de que muy pronto lo tendría de nuevo.
No quiero extenderme más y solo
contare que pase tres semanas, “tres semanas” yendo de un lugar a otro en todo
el sistema judicial para que me devolvieran mi auto, era como si estuviera
suplicando que me devolvieran lo que es mío, lo que pague impuestos cuando lo
compre, lo que no me robe sino lo compre, lo que sude a gota gorda para
obtenerlo. Hoy el sistema judicial específicamente la fiscalía que se supone
debe de proteger a las víctimas, me trataban como si yo era el criminal,
decían: presento esto, vaya a este lado, ahora tiene que esperar, la prioridad
son los muertos, etc. En ningún momento vieron quien es este ciudadano que pide
ayuda, nunca vieron si tengo antecedentes penales (que estoy seguro que no los
tengo), si soy una persona estudiada o lo principal “SI ESTOY PAGANDO IMPUESTOS
AL SISTEMA”, nunca. Solo fui un número más, una víctima más, una estadística
más. Ya recupere mi auto y la fiscalía como todo el sistema judicial le da
igual si de hoy en adelante en cada alto que hago estoy con la paranoia que
volverán a asaltarme en cualquier momento, que todas las personas en la calle
son posibles asesinos o delincuentes y que mi salud mental está bastante
afectada. Cada vez que veo a las autoridades de gobierno salir hablando de lo
“mucho que hacen por el ciudadano” me da mucha decepcion y dan deseos de irse
de este país donde la vida no vale nada, espero que toda las personas piensen
que cada vez que van a votar, que votan para que este sistema siga igual no
importa el partido que llegue al final todos solo somos números de DUI para
ellos, votos, nunca somos personas. Le doy las gracias a todas las personas
buenas muy buenas que me dieron ánimos y me ayudaron en toda esta vivencia que
hoy comparto: primero a mi familia y amigos que me dieron mucho ánimo, a muchos
seguidores de animerock que se solidarizaron con mi problema, a la gente de la
iglesia evangelica que aunque no recuerde sus nombres fueron muy valientes en
ayudarme el día del robo , a todos los policías de la PNC que se comportaron
como verdaderos servidores del ciudadano y a todos los que por omisión y olvido
no los menciono.
Hoy reflexionando he querido contarles mi experiencia y hacerla
pública, hoy fui yo mañana podrías ser tú que lees esto la próxima víctima.