Saludos amigos.
Esta ves les traigo un articulo muy interesante sobre evangelion, espero que lo disfruten tanto como yo lo disfrute. F. Mario L.
Evangelion: el manga que cambió los mecha para siempre
Japón y los mecha en manga, animados, o en live action, son dos cosas que siempre irán de la mano. De toda su amplia producción cultural, los japoneses siempre han reservado un espacio especial para las franquicias basadas en robots gigantes que deben luchar contra algún perverso enemigo para proteger a la humanidad.
Sin embargo, a mediados de la década de los 90, surgió una serie multimedia que cambió para siempre el espectro narrativo de la ficción japonesa de mechas: Evangelion. Y decimos multimedia porque, aunque es conocida principalmente por la legendaria serie de anime que ha dirigido y creado Hideaki Anno, Evangelion comenzó unos meses antes en formato manga, y su publicación duró hasta el 2013. Aunque un período de publicación tan largo normalmente haría pensar que el manga es mucho más extenso, la realidad es que la historia es prácticamente la misma. Sin embargo, un ritmo irregular de publicación, y pausas frecuentes causadas por la aparición de múltiples films de la serie, estiraron considerablemente la vida de la serie en su formato original.
Manejada por Yoshiyuki Sadamoto, el diseñador de los personajes para el anime, el manga de Evangelion se mueve por un camino bastante similar que la serie animada, y cambia poco en su trama. Sin embargo, logra darle una mayor profundidad a sus personajes, y se detiene un poco más en los detalles de sus motivaciones personales. Y es que ahí es donde está realmente el gran atractivo de Evangelion: sí, ciertamente es una serie de gigantes luchando contra amenazas extraterrestres y sobrenaturales que amenazan con destruir lo poco que queda de vida humana en una distopía futurista, pero a la vez es una serie principalmente sobre el espíritu humano, y las profundidades de nuestra propia psicología.
Cuando se avanza en la lectura de los 14 volúmenes que comprende la serie, rápidamente nos damos cuenta de que la batalla externa que pelean los protagonistas no es más que el telón de fondo para el verdadero conflicto que ocurre la serie. Los experimentos con el alma humana que NERV ha estado haciendo, el Proyecto de Instrumentación Humana, las inteligencias artificiales con partes biológicas y los clones de ángeles y humanos son el verdadero fuerte de este universo, y ahí es donde estamos pasando mayor tiempo durante el manga
Antes de Evangelion, las series de mecha solían utilizar la mayor parte de sus páginas para mostrar épicas batallas entre los gigantes metálicos y anónimas amenazas sin mucha justificación, o trasfondo. Para Hideaki Anno, creador de la franquicia, la primera manera de solucionar esto fue darle un tiempo de batalla limitado a sus robots: por muy avanzada que esté la tecnología durante la época de la serie, las baterías portátiles le dan apenas poco más de un minuto de pelea a los Evas, por lo que las batallas con los ángeles son siempre frenéticas, apresuradas, y francamente espectaculares. El resto del tiempo, Evangelion se vanagloria con el nivel de profundidad al que puede llevar su historia.
Religión, política, filosofía, y una profunda melancolía espiritual son el verdadero plato fuerte de una de las series fundamentales para cualquier fanático de la cultura popular japonesa, bien sea en su versión manga, anime o en largometraje.
Ver la serie Neon Genesis Evangelion
es duro por la densidad de ideas que expone y lo lento con que se
desarrollan, además de la complejidad de la trama. Leerse el manga, con
sus personajes profundos y una perspectiva pesimista de la vida, es una
experiencia un poco más fuerte. Pero escribir sobre Evangelion (manga)
es mucho más complicado. Es sumergirse en un pozo lleno de escremento y
salir limpio, sin un ápice de porquería y con una sonrisa de oreja a
oreja.
Cuando vi la serie por primera vez no entendí nada. Nada. Igual, ya podía hacer un checkmark a
un anime más. Años después volví a verla y también me leí el manga, y
cada vez descubrí algo nuevo. Pero no fue hasta esta relectura, motivada
por un trabajo superficial leído hace poco, que disfruté de verdad Neon
Genesis Evangelion. O sufrí, depende de la perspectiva.
Debemos
tener en cuenta que el manga inició primero que el anime como parte de
una estrategia promocional de la serie de Hideaki Anno. No obstante, el
manga no concluyó hasta el año 2013, debido a grandes períodos sin
publicarse. También debemos tener presente que, a pesar de ser
desarrollada por Yoshiyuki Sadamoto, el manga tiene mucho de Hideki
Anno, creador del anime y del universo Evangelion.
La
historia se ubica en un futuro paralelo. Es el año 2015 y la mitad de
la humanidad ha muerto debido al segundo impacto, un meteorito que
golpeó la Antártida e instantáneamente todo el hielo fue derretido. Como
consecuencia, los mares subieron de nivel y ocurrieron una serie de
cataclismos. Según las profecías, a partir de ese momento una serie de
ángeles, especies de kaijus,
atacarían a la humanidad. La única esperanza para los hombres es una
nueva arma, unos robots llamados EVA, manejados por adolescentes. La
mesa está servida.
El
primer error que uno comete al consumir este manga es creer que
realmente es del género mecha. Sí, es cierto que los pilotos de los
robots gigantes le dan algún tipo de profundidad a la historia a través
de sus características, deseos, sentimientos y conflictos, pero Evangelion lleva
esto a otro nivel, y se sale por completo de las reglas del juego. Por
momentos, asistes a un desmontaje del ser humano de la actualidad,
un individuo que puede darse el lujo de deprimirse y dudar sobre el
motivo de su existencia porque, para qué engañarnos, tiene la mayor
parte de sus problemas resueltos. El segundo error es considerar que
estos pilotos, de catorce años de edad, tienen conflictos menores por
ser niños. Si uno elimina estos dos lastres antes de enfrentarse a Evangelion,
puede, sin temor alguno, sumergirse en la psiquis de un creador con
tendencias depresivas –aunque luego Sadamoto le haya pasado la mano–.
La
historia en sí nunca queda clara. Y tampoco se sabe a ciencia cierta
cuál bando es el de los buenos y cuál el de los villanos. Además, en
múltiples ocasiones, lo que creíamos había ocurrido de una forma, luego
descubrimos fue de otra. Si bien estos giros constantes en la trama
provocan cambios importantes a nivel de historia, más bien son
utilizados como válvulas de presión para provocar una evolución en las
personas implicadas y no tanto como recurso narrativo.
La
obra inicia cuando Shinji Ikari llega a Neo Tokyo 3 por petición de su
padre. Huérfano de madre, y con el progenitor ausente, el chico tiene
serios problemas de autoestima y motivación. Eso lo descubrimos luego,
porque cuando el padre le pide que maneje un robot gigante para salvar a
la humanidad luchando contra unos monstruos desconocidos, con toda la
lógica del mundo, Shinji se niega. Y si a eso sumamos la decepción
provocada porque su padre solo piensa en él como una herramienta, no es
de extrañar que durante el transcurso de la serie el protagonista caiga
en un vacío existencial.
Pero
como toda buena historia que se respete, chico conoce chica. Otra
piloto, mal herida ya por el combate, tomará su lugar ante la cobardía
de no enfrentar al enemigo. ¿Qué hacer? ¿Soportar la vergüenza de que
una muchacha linda y lastimada pelee con el monstruo o asumir la
responsabilidad? Shinji acepta la tarea, pero tras la manipulación que
sufre en ese momento se hace evidente que el muchacho no es más que un
peón para estas personas. ¿Son despreciables estos sujetos, que luego
serán sus amigos, por usarle en busca de un bien mayor?
De
ahí en adelante todo gira alrededor de Shinji. El creador nos propone
como punto de partida a un adolescente que carece de motivaciones; que
no encuentra una razón para vivir (sin pensar jamás en el suicidio); que
busca estar junto a otra persona que le haga sentir bien sin tener idea
de cómo acercarse a esta; que ni siquiera disfruta haciendo lo que
mejor sabe hacer pero igual se resigna a hacerlo porque, aunque no lo
reconozca, es el único momento donde siente cierto reconocimiento. En
otras palabras, el chico está roto, quiere buscar la felicidad pero no
tiene idea dónde. El pan de cada día de los seres humanos. Cualquier
psicólogo diría que todos los traumas de Shinji se deben a su infancia, y
tal vez tuviese razón. Con su madre muerta y el padre manteniendo una
distancia entre ambos, el chico no logra recuperarse jamás de las dos
pérdidas.
Una
vez recreado este personaje, Anno y Sadamoto nos dan una especie de
lección, muy pesimista, de cómo las relaciones humanas no solo nos
afectan como individuo, sino que terminan por determinar nuestro
comportamiento ante la realidad que nos rodea.
El
primer escollo de Shinji es su padre. Ikari Gendoh fue un hombre
atormentado hasta que encontró la luz, según sus propias palabras, al
conocer a Yui, madre de Shinji. Al nacer su hijo, sintió que este le
robaba el amor de su esposa, y cuando ella muere en un accidente de
trabajo, la indiferencia por su hijo aumenta al punto de mantener una
relación fría y distante, pero sin llegar al odio. El motivo final
de este personaje, el cual conocemos al final del manga, es volver a
encontrarse con Yui. Todo el tiempo se nos muestra como un villano, pero
solo es un ser humano que no superó la muerte de su esposa y terminó
por hundir a las personas a su alrededor.
Luego
tenemos a Rei Ayanami, una suerte de clon de la madre de Shinji. A
pesar de ser casi una autómata, la piloto del EVA 00 es otra de las
piezas claves en este desmontaje del individuo. Shinji encuentra algo
especial en la chica. Solo comparten la responsabilidad de ser pilotos.
Nada más. Aun así, estar a su lado aunque no hablen, tomar su mano,
sentir su piel, todo esto le provoca algo parecido a la felicidad, o a
una paz interior que no encuentra en nada más. A medida que interactúan,
Rei comienza a sentir lo mismo. Y como buenos japoneses que son, dejan
que todo fluya, que sea lo que Dios quiera. Ella siente celos de Asuka,
él la extraña pero no la visita sin un buen motivo. Hay quien pueda
referirse al complejo de Edipo en lo que respecta a esta relación, y
motivos tiene porque a fin de cuentas, Ayanami es un clon de Yui.
En
lo personal, creo que son otras las lecturas que podemos realizar. Por
un lado tenemos la necesidad de buscar a personas que nos recuerdan a un
ser amado que perdimos. Tanto padre como hijo se siente atraídos por la
chica. El primero la ha creado no solo como herramienta para llegar a
su esposa, sino también como recuerdo. Shinji siente una conexión con
ella, le recuerda a su madre pero lo ignora. No sabe por qué se siente
atraído por Ayanami, pero tampoco le importa. Se siente bien con ella y
eso es suficiente.
Por
el otro lado está la incapacidad de las personas para entenderse y
comprenderse; esta es una de las principales tesis que defiende el
manga, al punto de que en más de una oportunidad se nos presenta a modo
de reflexión de los personajes. Ni Shinji ni Ayanami hacen nada por
desarrollar su relación o descubrir qué les une. Y eso está bien. Muchas
veces conocemos personas que son ajenas por completo a nuestro entorno,
con las que nada tenemos en común, pero aun así nos sentimos bien con
ellas y nada más importa .
Otra
de las personas que orbita y cambia el mundo de Shinji es Asuka, una
chica genio llena de complejos y necesitada de reconocimiento. Su
historia es muy parecida a la del protagonista. La madre no superó el
abandono del esposo y perdió la cordura, al punto de no reconocer a su
propia hija. Una vez más, la ausencia del amor maternal dicta hasta
cierto punto el comportamiento de uno de los protagonistas, pero a
diferencia de Shinji, ella construye una coraza a su alrededor basada en
sus éxitos y logros. Ser la mejor en todo es su forma de combatir la
falta de amor. Por ello, encontrar a alguien tan mediocre que la supere
en el manejo de los EVAs es un golpe terrible en su orgullo, que se
multiplica al ver cómo Ayanami, una autómata sin personalidad, llama más
la atención de este chico que ella. Por otro lado, está enamorada de
Kaji, un tipo maduro, atractivo y enigmático. De nuevo, volvemos con los
psicólogos… ¿complejo de Electra? Es posible, más si tenemos en cuenta
que Asuka no tiene padre: es hija de un espermatozoide “ideal” y no
tiene idea de quién es el donante. Pero creo que podemos buscar otra
lectura más cercana a la realidad de Asuka, la de la familia perfecta
que nunca tuvo e intenta recrear con Kaji.
Kaji es uno de los personajes más interesantes de Evangelion.
Funciona como catalizador de la historia, acelera ciertos eventos al
interior de NERV (compañía encargada de los EVAs) y permite al
espectador descubrir cuáles son los verdaderos propósitos de la
organización para la que trabaja. También funciona como una especie de
contención de sentimientos: ser el amor de Asuka evita que esta caiga
enamorada de Shinji que en su interior es verdadero el sentimiento de amor por shinji asi pero lo logra disfrazar, ademas Kaji tiene un pasado romántico con Misato
Katsuragi y logra un equilibrio verosímil entre la pasión de ésta por el
trabajo y la falta de interés en el amor. Pero en Evangelion hay
pocos personajes que carezcan de tragedia en sus vidas. Kaji busca la
redención. Cuando era niño decidió cambiar la vida de sus amigos y su
hermano por la suya. Incapaz de reconocerse a sí mismo como un asesino,
decide culpar al segundo impacto y vengar a sus víctimas a través de la
exposición de aquellos que provocaran la muerte de la mitad de la
población mundial. Se escuda en una realidad alternativa donde él es un
héroe y no un villano, no sin castigarse con cierta dosis de
autoflagelación. Kaji es el único personaje que reconoce haber tenido la
felicidad en sus manos, pero decidió rechazarla porque no se la
merecía.
Además
de su madre, el otro personaje que tiene un fuerte peso en la vida de
Shinji es Misato. La jefa de operaciones tácticas de NERV decide
convivir con el nuevo piloto y convertirse en una suerte de figura
materna. Ella es un desastre. Su dieta se basa en comida chatarra y
cervezas, y aunque sus intentos por animar a Shinji no terminan en buen
puerto, la convivencia y su forma de lidiar con los problemas terminan
por aliviar un poco al piloto del EVA 01. En un principio, la relación
es de jefe y subordinado, pero desde un inicio ella siente admiración y
respeto por el chico, el cual crece a medida que avanza la serie y
termina por ser algo mutuo. De esta forma, se nos muestra una historia
de amor diferente a las habituales, donde ella, mucho mayor que él, es
quien más exterioriza sus sentimientos. Es cierto que puede quedar en un
plano de amor filial, pero hay momentos en que esa admiración y respeto
llegan a otro nivel. El beso de despedida de Misato, a pesar de la
tristeza, es uno de los momentos más bellos del manga.
Misato
tampoco escapa al pasado trágico. Única superviviente del Segundo
Impacto en la Antártida, además de una inmensa cicatriz en su cuerpo,
carga con el estigma de la decisión de su padre, que sacrificó su vida
por salvar la de ella. Conocer cuál es la verdad detrás del segundo
impacto se convierte en una necesidad para ella y en el principal hilo
narrativo de la serie una vez desaparece Kaji.
El
manga es muy complejo no solo por la importancia que poseen sus
personajes y la forma en que se desarrollan, sino también por los
constantes enigmas que presenta y la no resolución de casi ninguno de
ellos. Desde la incógnita sobre la naturaleza de los EVAs, hasta toda la
mitología existente detrás de los ángeles, los dioses, Adán y Eva. Cada
episodio presenta algún tipo de información sobre una seudociencia
biológica muy atada a la religión que termina por ser la columna
vertebral de la lógica imperante en Evangelion.
Así, cuando la trama pasa varios episodios sin avanzar, centrada en los
personajes, la forma de mover narrativamente el relato es llenándolo de
nuevas preguntas, pero sin perderse entre tantos desvaríos de sus creadores. De esta
forma, cuando llegamos al final, llenos de dudas relacionadas con este
universo y con las decisiones de los personajes, quedamos… inconformes,
por llamarlo de alguna manera, al no poder satisfacer todas las
preguntas que tenemos.
Shinji sobrepone los pequeños momentos de
felicidad a todo el sufrimiento que ha vivido. Y eso te hace sonreír,
lleno de porquería por la inmersión en el pozo de escremento, pero
optimista. A diferencia de Murphy con su “sonríe, mañana podría ser
peor”, Sadamoto te invita a aguantar, a fin de cuentas, mañana podría
ser mejor.
Si quieres obtener el manga lo puedes encontrar en nuestro blog en los post de marzo del 2017.Fuentes:
https://cachivachemedia.com/evangelion-manga-8566456b694d#.5waf1hnys
http://www.vix.com/es/btg/comics/58028/evangelion-el-manga-que-cambio-los-mecha-para-siempre