WONDER WOMAN, de George Pérez
¡Maravillosos saludos, zhéroes!
La que estamos todos aquí es la que encierra el origen de la esencia de estos personajes que inundan las pantallas de cine: los cómics.
Durante esta semana os dejaremos unas cuantas obras sobre la Mujer Maravilla que, por unas razones o por otras, no os podéis perder.
Sin más dilación, vamos a ello, ¡por Themyscira!
Título original:
Wonder Woman by George Pérez Omnibus
Sello: DC Comics
Guionistas: George Pérez, Len Wein y Greg Potter
Artista: George Pérez
Entintadores: Bruce Patterson, Bob Smith, et al.
Coloristas: Tatjana Wood y Carl Gafford
Contenido: Wonder Woman, vol. 2 #1-24 y Wonder Woman Annual #1 (Feb. 1987 – Ene. 1989)
Publicación USA: Agosto 2015
Publicación España: Mar. – Jun. 2017
Valoración: El Paraíso no es lo que había imaginado /10
Wonder Woman by George Pérez Omnibus
Sello: DC Comics
Guionistas: George Pérez, Len Wein y Greg Potter
Artista: George Pérez
Entintadores: Bruce Patterson, Bob Smith, et al.
Coloristas: Tatjana Wood y Carl Gafford
Contenido: Wonder Woman, vol. 2 #1-24 y Wonder Woman Annual #1 (Feb. 1987 – Ene. 1989)
Publicación USA: Agosto 2015
Publicación España: Mar. – Jun. 2017
Valoración: El Paraíso no es lo que había imaginado /10
Durante las Crisis en Tierras Infinitas surgió una nueva serie de Wonder Woman que sirvió, tal y como se hizo con Batman en Año Uno y Superman en El Hombre de Acero, para redefinir por completo al personaje partiendo de cero. En lo que me parece un error importante, siempre se ha hablado de estas tres series como si formaran un trío de ases de obras maestras. Para mí, Año Uno es una obra maestra indiscutible; El Hombre de Acero, uno de los mejores cómics de súper héroes y la mejor etapa del personaje, pero Wonder Woman está varios peldaños por debajo y, pese a ser un cómic notable, no me ha acabado de convencer como para auparla al pódium (donde sí estaría la muy superior JLA, de Giffen y DeMatteis). Lo que sí que está claro es que, si hay una obra mítica que siempre irá ligada al nombre de la Mujer Maravilla esa es…
WONDER WOMAN
de George Pérez
Como soy
de los que piensa que es injusto juzgar la calidad de una obra
comparándola con otras, esta será la última vez que lo haga y pasaré a
centrarme en esta etapa que hemos acotado en los 24 números y el Annual
en los que George Pérez estuvo al frente del guión y dibujo y que con ocasión de la película ECC ha tenido a bien reeditar en dos tomos.
Pérez pasó por ser uno de los más grandes dibujantes que ha dado el medio, llegando a ser el preferido de muchos y sin duda pasará a la historia por su trabajo en Crisis en Tierras Infinitas donde se ganó el favor de todos los fans y donde empezó a forjar su leyenda como el dibujante que más personajes metía en una viñeta. Pese a haber colaborado en los guiones de Los Nuevos Titanes
con su inseparable Marv Wolfman, en una dupla que recordaba al tándem
Claremont/Byrne de X-Men (pero sin tanto ego, claro), esta fue su
primera obra como autor completo. Y aquí reside el principal problema de
esta etapa, los guiones de Pérez son buenos pero tienen muchos tics de escritor novato y la dedicación que el autor puertorriqueño le dedicaba al guión la descuidaba en sus lápices, donde pese a vislumbrarse su eterno talento para el dibujo
nunca se acaba de disfrutar por completo (incluso en ocasiones cuesta
reconocer su trazo). Por lo que nos hallamos ante una obra que cojea por
los dos aspectos pero que, pese a todo, se mantiene firme. Sobre todo
esto volveremos más adelante, centrémonos en hablar de todo lo bueno que
nos ofrece esta Wonder Woman.
Diana de Themyscira es una amazona, pero no una amazona cualquiera ya que es la hija de la Reina, pero además también es la elegida por los Dioses para llevar a cabo las misiones más difíciles y a su vez tiene una parte humana.
Pueden parecer muchos frentes abiertos para un personaje con todo un
origen por moldear pero no por ello hubo ningún tipo de precipitaciones
por parte del autor para sentar las bases de cada faceta así como para darle el mismo valor a cada una de ellas.
En ningún momento hay historia principal sino que van desarrollándose
multitud de tramas para ir tejiendo todo el entorno vital y espacial de
Diana. No basta con desarrollar a su familia amazona, su madre y sus
hermanas, cada una con un personalidad y una evolución particular, sino
que estaba el panteón de Dioses, con Zeus y su hijo Heracles a la cabeza, más otros muchos que también tendrán su cuota de importancia tanto para bien, como Hermes (en un Deus Ex Machina literal) como para mal, con Ares al
frente. No deja de ser curioso que, salvo en contadas excepciones, los
que causen más problemas, tanto a Diana como a las Amazonas, sean los
Dioses mientras que serán las Diosas quienes les ayuden, especialmente a
su elegida. No hace falta profundizar mucho en este aspecto, ni en el
papel como figura (o no) del feminismo de Wonder Woman
ya que el propio Pérez aborda el tema desde diferentes puntos de vista a
lo largo de la obra. Ya aviso desde ya que lo hace con revelaciones de todo tipo, que podrían sorprender al más pintado.
El papel de mujer de Diana se plasma también en el tercer aspecto del entorno del personaje que no es otro que la Tierra. Wonder Woman acaba por aterrizar en Boston, donde establecerá su residencia más o menos fija (cada tanto cogerá un vuelo de la Línea Boston-Isla Paraíso). El motivo de su residencia en la ciudad de los Celtics es Greg Potter,
guionista que echó un cable a Pérez en los primeros números de la
colección y nativo de esa ciudad. Como este motivo en un cómic hubiera
quedado un poco… extraño, Diana conocerá a Julia y su hija adolescente Nessie quienes le harán las veces de hermana mayor y menor para enseñarle los diferentes aspectos de nuestra sociedad.
El personaje de Julia es todo un acierto al mostrar a una mujer mayor,
viuda y con una hija adolescente a su cargo que demuestra una entereza,
una firmeza en sus convicciones (amén de multitud de conocimientos sobre
la historia, arqueología, mitología, etc.) que despertarán la
admiración y el respeto de la misma Princesa de las Amazonas. Estos dos
personajes serán los que más peso de la historia, ya que Steve Trevor, personaje histórico en la trayectoria de Wonder Woman, desaparece poco después del primer arco, pese a que se reserva una de las grandes revelaciones de la historia.
Hay muchos más secundarios y quizás lo más destacable es que no todos
sobreviven, siendo la historia de la muerte de uno de estos secundarios
uno de los mejores episodios de esta etapa en un cómic donde se trataron
temas que iban mucho más allá de Dioses, criaturas del averno,
brazaletes y lazos de la verdad…
En el lado de los villanos también desfilarán un grupo variopinto de personajes pero más allá de Ares, la amenaza del primer arco, el resto apenas si se desarrolla y sus intervenciones son más bien funcionales, presentando muy poca batalla para Diana. Incluso personaje como Cheetah,
que también forma parte del histórico del personaje, aparece en un par
de números y no volvemos a saber apenas nada de sus intenciones ni su
pasado. Precisamente la falta de momentos de acción ha sido una de las
sorpresas “desagradables” de esta etapa. Como decía antes estamos ante
una serie donde todos los aspectos del personaje tienen el mismo trato
y eso, sin ser malo, provoca que la acción se mida igual que el
desarrollo de las vivencias adolescentes de Nessie, por ejemplo, lo que
teniendo a Pérez como dibujante es un desperdicio de épica considerable.
Soy el primero que disfruta de un cómic más íntimo, pero si
tienes a una princesa amazona y a uno de los mejores dibujantes de súper
héroes de la historia quiero acción a raudales, quiero batallas épicas y
ver a los Dioses luchar mano a mano. Pero eso, claro está, es mi opinión.
He
mencionado varias veces la primera saga pero eso no quiere decir que sea
la mejor de esta etapa ya que es en la historia que sigue, después de
un par de episodios más contenidos, El desafío de los Dioses donde la colección alcanza su punto álgido.
Aquí veremos a Wonder Woman más amazona que nunca, aceptando la misión
que le encomiendan sus Dioses, pese a que incluso estos tengan dudas al
respecto de sus posibilidades. Alejada de los mortales Diana se entrega a
su fe y a los poderes que le otorgaron aquellos a quienes les procesa
dicha fe, para superar un obstáculo imposible cuya recompensa forjará una parte de su identidad
que todavía ella ignoraba. Es una saga trepidante donde no falta nada y
la acción acaba fluyendo hacia un desarrollo del personaje y su entorno
más divino para evolucionar todos juntos. Por desgracia, aquí ya se
aprecia uno de los lastres de la serie ya que algunas
de las consecuencias de esta saga se verán fuera de la serie principal,
concretamente en uno de los eventos de la editorial, uno no recordado
con cariño por muchos, Millennium. Y, para más desgracia aún, a
partir de aquí la serie sufrió una bajada de calidad, curiosamente no
tanto en la parte artística, que también, sino en cuanto a guión, donde muchas historias pasarían a centrarse más en detallar aspectos menores del personaje o, peor aún, de su entorno.
Si eso es un problema cuando afecta al Panteón de los Dioses imaginaros
cuando se centra en la parte terrenal. Al final se juntan un montón de
historias donde Wonder Woman es una secundaria más y eso hace que el
interés de la serie se resienta. Con todo, el arco que acontece en
Grecia con la amenaza de Circe mantiene
el nivel y el número del asesinato de “no miréis en la parte de detrás
del tomo de ECC que te lo spoilea” es de los mejores de toda la etapa.
Creo que es hora de hablar del dibujo. Vaya por delante que nunca se dirá suficientes veces lo bueno que es George Pérez dibujando. Nunca.
Pero en estos números rinde tan por debajo de su nivel que es una pena
no poder disfrutar de todo lo bueno que tiene para ofrecer y hace que te
preguntes que está pasando. Y aquí tengo algunas afirmaciones y varias
teorías. Es un hecho que Pérez dedicaba cada vez menos tiempo al dibujo
y, si ya las tintas de Bruce D. Patterson,
encargado de la mayoría de números, no le hacían justicia, no digamos
ya cuando Pérez sólo hacia bocetos y era Petterson quien los acababa. Si
no supiéramos de lo que es capaz el dibujante puertorriqueño diríamos
que el dibujo es correcto y que se aprecian buenas costuras.
Pero sabiendo del nivel de Pérez (y apreciándolo en todas las estupendas
portadas que ilustraba para la serie y en algunas/pocas páginas donde
si se ve su sello al 100%) el agravio comparativo es criminal. No
digamos cuando es Bob McLeod quien se encarga de los acabados donde ya el nivel cae en picado.
Siguiendo
el paralelismo de la serie, George Pérez es un Dios del dibujo pero
aquí fue un Semi Dios, llegando en ocasiones a parecer poco más que un
mortal. Con todo, la narrativa de la serie es magistral ya que las composiciones de página, la distribución de viñetas y los estilos diferentes de narración, no hay entintador malo que las tape.
Hasta aquí los hechos probados, ahora pasemos a las teorías. Parece
como que en estas páginas se hubieran difuminado de algún modo las
tintas, creando confusión entre figuras y fondos que
hacen que algunas escenas parezcan borrosas o demasiado expuestas al
color que si brilla con más fuerza que los negros. A este respecto me
comentaron que parece que hubo problemas con los originales, como si
hubieran tenido algún problema de reproducción o mantenimiento que los hubiera afectado de algún modo. No sé hasta que punto es cierto pero lo que es innegable es que cuando ves esas páginas sientes que hay algo que no encaja.
Esa misma sensación de que algo no encaja
me ha acompañado a lo largo de toda la lectura y mientras escribía esta
reseña. Es George Pérez, son los 80, post-Crisis, DC, Wonder Woman,
Dioses, Mitología, esta obra lo tenía todo para fascinarme y no lo ha
conseguido. Tampoco es que pueda decir algo categóricamente malo, no es
ni mucho menos un cómic malo, es bueno con momentos notables, pero no es ni de lejos lo esperado.
Tanto es así que ya empiezo a preguntarme si la etapa que merece estar
en la categoría de mejor obra del personaje no es la de Brian Azzarello.
Pero eso amigos, es otra historia…
Importado dehttps://www.zonazhero.es
Por: Mario López