Un abordaje tradicional de los mitos coloca estos relatos y cosmovisiones como un recurso
cognitivo intencionadamente anterior al pensar racional que caracteriza lo que podríamos
denominar razón instrumental. Esta concepción tiene un marcado matiz ideológico que
sitúa lo mítico como irracional o fantasioso. Considerando estas aproximaciones clásicas
pretendemos un acercamiento al concepto de mito en el contexto contemporáneo, lo que
muchos han denominado modernidad tardía, para analizar la presencia del mito como algo
muy presente hoy, y hacernos reflexionar sobre si es más mítico un relato griego o la
ciencia y su pretendida infalibilidad.
En las producciones anime la racionalidad científica no
queda apartada de los mitos, sino que es integrada en las narraciones y se hace parte
fundamental de su argumento.
Estas historias míticas que aquí analizamos se presentan en la modernidad de muy variadas
formas, pero todas ellas accesibles e inteligibles a un amplio número de sociedades
inmersas e interrelacionadas por el auge de la globalización. Exponemos, pues, que el
anime/manga es uno de los principales vehículos del mito en la modernidad, donde se
sincretizan mitos clásicos de todas las tradiciones mitológicas conocidas junto con la vida
cotidiana y sus personajes ordinarios, de modo que cualquier individuo puede sentirse
identificado, todo ello con el fin de crear un reflejo idealizado de la realidad y unos
modelos ideales de héroes arquetípicos fruto de la modernidad.
Usaremos una producción
cultural determinada como es el anime japonés, concretamente dos creaciones que se nutren
de los mitos clásicos, para traerlos a la actualidad de manera atractiva e incrustarlos en el
mundo contemporáneo, presentándose como algo que se puede vivir y no sólo pensar,
vehiculando a su vez una serie de discursos e ideas que hacen del mito algo dinámico y
atemporal. Es por todo ello que el anime japonés ha sabido plasmar sugerentemente en sus
creaciones las tradiciones míticas clásicas, usándolas para convertirse en una herramienta
que pone al día aspectos de su propia cultura y creando nuevos movimientos culturales en torno a estas producciones que son un símbolo mundialmente conocido de la cultura
nipona.
En el campo de la Antropología cada corriente y autor ha aportado su granito de arena
epistemológico con la finalidad de indagar en los mitos y comprender su significado.
Destacan como grandes estudiosos del mito Claude Lèvi-Strauss desde una perspectiva
estructuralista, Sigmund Freud, el cual relacionaba mito y sueño utilizando el psicoanálisis,
y Carl Gustav Jung, que siguiendo la línea de Freud creía que en los sueños quedaban
restos fragmentados o imágenes de antiguos mitos. Ambos consideraban que tanto éstos
como los sueños guardaban mensajes sobre el alma, perviviendo en ellos un profundo
conocimiento de la vida humana o, en el caso de los sueños, reminiscencias fragmentadas
referidas a los mitos antiguos.
Pedro Gómez García (1997) nos define el mito como una
relación de hechos suprahumanos acaecidos en otra temporalidad, eternizada o sacralizada
que sirve como modelo para orientar el tiempo histórico, en los que se narran de manera
simbólica acontecimientos reales o imaginarios en relación con el origen del mundo o del
ser humano así como a las transformaciones de los mismos y de la sociedad.
La corriente simbólica estudiaba el mito atendiendo a su contenido imaginativo, cuyas
claves y códigos atendían a una serie de símbolos e imágenes utilizadas para reflejar una
visión del cosmos y de la vida de manera diferente a la versión realista que tiene hoy día el
hombre moderno.
El funcionalismo atiende a la función social que cumplen los mitos en la
sociedad, éstos fundamentan las normas por las que se rige una sociedad y legitiman la
tradición dotándola de valor y prestigio (García Gual, 2014). Lévi-Strauss desde un punto
de vista estructuralista realiza un análisis lingüístico del mito, en relación a las similitudes
que existen en los diversos relatos mitológicos a lo largo y ancho del mundo, así como las
oposiciones binarias que se encuentran en todos y cada uno de estos relatos (Lévi-Strauss,
2009).
El conocido historiador de las religiones, Mircea Eliade, define el mito como una
narración arquetípica illo tempore, ab origine, situada en un pasado mítico, el tiempo sagrado, y
que mediante su recuperación dota de sentido al tiempo ordinario (Eliade, 1998).
Sin obviar toda la tradición en el estudio del mito, centraremos nuestro análisis en la
construcción del mito en la actualidad como relato artístico y literario de la modernidad,
donde aún perduran los esquemas subyacentes del mito clásico y sus funciones,
entendiendo el mito como una visión idealizada de la realidad. Tomaremos como objeto de estudio el anime, combinación perfecta de literatura y arte, concebido hoy como
producto cultural global.
Desde esta perspectiva el mito se caracteriza por una permanencia
y carácter indeleble (Gómez García, 1997) en el que su contenido, al no considerarse
posible eliminar lo mitológico del ser humano, varía pero siguen existiendo características
tales como el "areté" del héroe (García y Benedetti, 2012) en sus héroes ficticios, nacidos de
la pluma de un escritor o escritora, que promueven los mismos ideales caballerescos que
hacía el héroe de la antigüedad. Estos nuevos sistemas mitológicos son usados como
diálogo entre el pensar simbólico y el pensar racional, entre la tradición y la modernidad,
entre el mythos y el logos, entre el pensamiento salvaje y el pensamiento domesticado.
Nota: “El concepto de areté juega un papel fundamental para la consolidación de un héroe: virtud como expresión
de «ideal caballeresco», unida a una conducta cortesana y selecta. Virtud que debe ser representada en cuerpo
(vigor y salud) y espíritu (seguridad y penetración), afirmada por la procedencia divina. Esto convierte la
fuerza, la destreza y la moral en parte de la areté del héroe” (Garcia y Benedetti, 2012: 117)
A pesar
del interés de la ciencia y el cientificismo por desterrar al mito, los distintos avances
técnicos han propiciado la creación de los llamados mitos científicos, planteamientos que
trascienden al ser humano y que pueden ser explicados pero no probados, ya que vienen
dados por la intuición y desvelan un mundo sobrehumano que muestra las mismas
características y propiedades que el mundo de los mitos (Gómez García, 1997).
LA PRESENCIA DEL MITO EN LA SOCIEDAD ACTUAL
Históricamente al hablar del mito ha existido cierta tendencia a ver éste como un producto
fantasioso propio de otras épocas, llegando a asentarse tanto esta perspectiva que el
concepto como tal parece carecer de sentido en la sociedad (Hocart, 1985), esto no es así.
La vigencia del mito en la actualidad es tal que diferentes instituciones de carácter público o
privado echan mano de estructuras míticas o modelos míticos con fines, por ejemplo,
comerciales. En este sentido podría servir como ejemplo el éxito de sagas como “Harry
Potter” o “El Señor de los Anillos”, tanto la obra escrita como la adaptación
cinematográfica constituyen auténticos universos míticos de donde se pueden extraer todo
tipo de modelos culturales, fácilmente reconocibles por un amplio público de muy variada
edad. En el caso de “Los Caballeros del Zodíaco” la construcción se caracteriza por un
sincretismo griego y cristiano principalmente –en la versión original los caballeros son
denominados Santos- con otros elementos procedentes de la mitología nórdica entre otras.
El éxito del mito podría resumirse en ser una idealización de la realidad, en este sentido el
mito es creado por una sociedad en un momento determinado y representa los valores
hegemónicos. Los relatos mitológicos “clásicos” estaban mayormente protagonizados por
un héroe, “hombre o mujer que ha sido capaz de combatir y triunfar sobre sus limitaciones
históricas, personales y locales y ha alcanzado las formas humanas generales, válidas y
normales” (Campbell, 2001: 26).
Este prototipo de héroe con el tiempo ha ido
transformándose, pero sin perder su papel dentro de las estructuras míticas
contemporáneas donde artistas y deportistas son considerados los héroes de la actualidad,
internet y los medios de comunicación son unos aliados imprescindibles en estas nuevas
configuraciones, ya que son los canales que vehiculan la proyección de los nuevos mitos, en
este caso a través del anime japonés, como ya comentaba Eliade respecto a unos de los
grandes mitos del siglo pasado: “si se va al fondo de las cosas el mito de Superman satisface
las nostalgias secretas del hombre moderno que, sintiéndose frustrado y limitado, sueña
con revelarse un día como un personaje de excepción, como un héroe” (Eliade, 2013:192).
El progreso de los conocimientos científicos no supone un retroceso de lo mitológico, las
civilizaciones desarrollan mitos y conceptos a la vez y en razón directa. Es absurdo pensar
que lo mitológico puede eliminarse del ser humano, en todo caso podría sustituirse su
contenido pues el pensar mítico expresa una forma universal y constitutiva del hombre. El
mito es a la vez antiguo, moderno y posmoderno; existen campos de nuestra experiencia
que escapan del método científico y la razón demostrativa, siendo necesario el saber
representado por los mitos (Briones, en Aguirre, 1997).
Tanto “Los Caballeros del Zodíaco” como “Sailor Moon” suponen una traslación del mito
a un nuevo tiempo, un tiempo actual que no es el tradicional tiempo arquetípico que ha
caracterizado tradicionalmente a los mitos.
De este modo se funden situaciones cotidianas
con acontecimientos fantásticos y extraordinarios, mostrando una continuidad en el mito
que transmite el mensaje de que éste nunca ha dejado de existir, sino que es un hecho
paralelo a la historia aceptada, pudiendo hasta influir sobre ella. El empleo de los mitos
clásicos por parte del anime supone la confirmación de la actualidad de las funciones
intrínsecas del mito, así como su capacidad de adaptación a diversos contextos de espacio y tiempo.
Francisco Javier Ogáyar Marín, Francisco Ojeda
Revista Nuevas Tendencias en Antropología, Nº. 7, 2016, págs. 111-132