lunes, 11 de noviembre de 2019

La naturaleza de los comics

¿Qué es un cómic?
La respuesta a esta pregunta determina la forma de análisis, así como el punto de partida en nuestro estudio. Al historiador de la literatura puede recordarle la unidad de los 3 elementos que Aristóteles exigía en su Poética para la tragedia: de tiempo, de lugar y de acción. Otras lecturas más modernas del cómic son las siguientes. 
1. “[U]na estructura narrativa formada por secuencias progresivas de pictogramas, en los cuales pueden integrarse elementos de escritura fonética”. (Gubern, 1979: 107) 
2. “[R]elato icónico-gráfico o icónicoliterario destinado a la difusión masiva en copias mecánicas idénticas entre sí, sobre soporte plano y estático”. (Ramírez, 1976: 198) 
3. “El cómic es un lenguaje mixtodescifrable, formado por la integración del lenguaje icónico y el lenguaje verbal o fonético, a partir de sintagmas menores llamados viñetas”. (Mejía, 2001) 
4. “Secuencia de viñetas o representaciones gráficas que narran una historieta mediante imágenes y texto que aparece encerrado en un globo o bocadillo” (DRAE, 2005) 
5. “Narrativa mediante secuencia de imágenes dibujadas.” (Coma, 1979: 9) 
6. “La historieta es un producto cultural, ordenado desde arriba, y funciona según toda mecánica de la persuasión oculta, presuponiendo en el receptor una postura de evasión que estimula de inmediato las veleidades paternalistas de los organizadores. [...] Así, los comics, en su mayoría refleja la implícita pedagogía de un sistema y funcionan como refuerzo de los mitos y valores vigentes.” (Eco, 1973: 299) 
7. “Es una forma narrativa cuya estructura no consta solo de un sistema, sino de dos: lenguaje e imagen” (Baur 1978: 23) 
8. “Historietas en las que predomina la acción, contadas en secuencias de imágenes y con un específico repertorio de signos.” (Dahrendorf) 
9. “Una historieta es una secuencia narrativa formada por viñetas o cuadros dentro de los cuales pueden integrarse textos lingüísticos o algunos signos que representan expresiones fonéticas (boom, crash, bang, etc.).” (Manacorda de Rosetti 1976: 23) 
10. “Imágenes yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia deliberada, con el propósito de transmitir información y obtener una respuesta estética en el lector”. (McCloud, 1995) Todas estas definiciones, pueden darnos una idea de lo que es, pero no de cuál es su lenguaje, cómo llega a nosotros transcrito. Veámoslo en el siguiente apartado.

Elementos que descifran el mensaje.
Vamos a ver los elementos que necesitamos conocer para poder descifrar el mensaje enviado por los autores. Y posteriormente llevaremos a cabo un análisis mas profundo. Veamos un poco por encima los aspectos más relevantes que componen un cómic. 

La estructura narrativa del cómic está formada por la secuencia progresiva de viñetas, pictogramas o células, en cuya estructura sintagmática se pueden integrar o no elementos de escritura fonética. Su semiosis se fundamenta a partir del lexigrama, cuya escritura fonética está formada por un sistema convencional de signos típicos. Este estado pictográfico de las imágenes es polisémico o monosémico ya que, siempre habrá alrededor de ellas una serie de connotaciones o de significaciones icónicas y verbales.

La parte fonético-literaria no reviste necesariamente el uso de una sintaxis o de un discurso organizado como se puede ver en las onomatopeyas y en las historietas mudas. Su desarrollo en el tiempo y en el espacio sucede en un constante continuum con duración variable en el cual el lector, a través de la interacción con su lectura, une a su propio gusto e imaginación, descifrando y ordenando los signos para poder interpretar su historia o narración, pudiendo además, releer las viñetas anteriores para reinterpretar su sentido.

Esta lectura progresiva está basada en el previo aprendizaje de un lenguaje convencional, específico y de comprensión universal que contempla a su vez, diversos sistemas expresivos-perceptivos y cuyos elementos visuales constituyen su esencia y su reconocimiento. Las viñetas son el espacio virtual de la diéresis y momentos de la acción. Constituyen la unidad mínima de significación en el montaje del cómic, representando el espacio y el tiempo de la acción narrada. Las viñetas son imágenes, células o pictogramas sucesivos en color o en blanco y negro, de forma rectangular apaisada u oblonga, cuadrada, circular o de formas irregulares con diversos tamaños, rodeadas generalmente por líneas negras y separadas entre sí por espacios en blanco, llamados gutter. 

La línea negra representa el elemento distintivo entre los personajes y los objetos y es la marca que determina el estilema del dibujante. La viñeta como espacio de la narración, contempla en su estructura o montaje, diversos puntos de vista, espacios, tiempos, elementos plásticos y narrativos para construir y articular las secuencias, a partir de la yuxtaposición de encuadres que definen la estructura sintagmática. El marco o recuadro como apoyo estructural, dota a la viñeta de autonomía y de distinción respecto a lo que circunda, creando a la vez una ventana que hace contemplativo su contenido, enmarcándolo en su propio continente.

Transmite la ilusión de fuerza y un clima emotivo, representando dos espacios en los que, durante su lectura, el lector atribuye imaginariamente una duración temporal: ➢ El bidimensional del encuadre. ➢ El longitudinal de la profundidad o de la perspectiva. El marco de la viñeta actúa como elemento de anclaje, de amarre para contener la visión, contemplando la representación del mundo del lector. Las fronteras del marco determinan la estructura visual creando una centralidad y un punto focal determinado, caracterizado muchas veces por trazos orgánicos o libres y apartándose del convencional trazo rígido.

Las viñetas, encuadres y globos sin marco amplían los espacios diegéticos. A la vez que los hacen ilimitados, permiten otras posibilidades imaginativas. Las llamadas viñetas detalle, también conocidas como viñetas dentro de las viñetas, contienen en su interior un punto de vista ampliado, primero plano, yuxtapuesto sobre una viñeta principal que está conectada con la unidad de montaje. Este detalle, legitima la visión de la acción y del encuadre destacando el contexto de la viñeta para acercar o alejar el continuum, sacrificando o marginando un poco el ambiente general que rodea a la figura. 

En la relación lector-historieta, también hay una función fáctica, de contacto, que tiene por objeto mantener la atención y continuidad en torno al desarrollo del discurso narrativo, así como los recursos elípticos; factores estructurales ocultos y procesos de ordenación que el espectador debe llenar o completar en el momento de hacer la lectura, a partir de la interacción entre los diversos elementos icónicos y verbales. La viñeta como imagen literal, está constituida estructuralmente dentro de su discurso narrativo por el estilema, que es la forma expresiva, el estilo a través del cual, el dibujante representa gráfica o pictóricamente el trazo de la línea, las formas y los colores, la técnica y el recurso ilustrativo, el uso de lo mimético, de lo expresionista o del collage como elementos determinantes para configurar la diéresis. 

Debe ser eficaz con la modulación de la línea en los contornos, el entintado, el relleno, los sombreados, el uso de la tipografía, de los gestemas y de la trama. El dibujante debe ser muy preciso en la factura y en la textura como fines específicos en la composición y en la aplicación de recursos y de materiales. Cuenta la elección de la técnica con todos sus valores simbólicos, emotivos y connotativos como elementos relevantes de la imagen: la línea, la plumilla, la trama, el relleno, la mancha, la tinta china, el claroscuro, las sombras chinescas, la acuarela, los marcadores, los ecolines, el aerógrafo, el vinilo, los lápices de colores, el computador y las técnicas mixtas entre otras. La línea se convierte entonces en argumento expresivo-cualitativo; en ritmo, en tensión, en fuerza, en sus mas variadas combinaciones, alcanzando su propia forma y el fin propuesto en la viñeta con su máxima calidad, naturalidad e identidad. 

Es fundamental, entre otros aspectos, el uso de los encuadres: plano general, primer plano, primerísimo plano, plano medio y plano americano (tres cuartos). El encuadre asume el protagonismo del plot, haciendo fijar la atención del lector en el paso del tiempo de la secuencia narrativa, con relación al comportamiento de las fuerzas visuales de sus puntos de anclaje y con incidencia directa de la estructura figurafondo. Compromete igualmente en su lenguaje, el flash-back y el flash-forward como elementos o textos de apoyo para transmitir determinada información al lector respecto a algún hecho pasado o de algo que va a suceder. Las angulaciones: picado o contrapicado, como parte de los encuadres, se caracterizan por la incidencia y variable profundidad de campo, enfatizando en el protagonismo y en la exageración de los personajes. Su función es de distinción (función diacrítica). 

El formato vertical de los picados y contrapicados, incide y refuerza la prolongación perceptual, creando desviaciones ópticas en un emplazamiento focal antagónico. A la vez que los componentes de su esquema visual crean la disposición de las formas generando el equilibrio, adquieren igualmente su sentido. Uno de los recursos esenciales de las viñetas son los gestemas; elementos utilizados para resaltar partes y detalles de personajes o de objetos, otorgándoles connotaciones psicológicas o emotivas muy precisas. 

También tenemos la visión subjetiva. Es la mirada al interior del relato, en la cual, el espectador se enfoca e interactúa con la mirada del personaje que aparece en la viñeta. Sugiere la forma en que el personaje percibe las cosas. Aumenta la dinamicidad de la mirada, de la acción y suscita emotividad, convirtiéndose en un acto ambivalente: doble punto de vista. El uso de la perspectiva descubierta por los artistas del renacimiento como elemento de profundidad, distorsión y exageración del espacio, es un recurso para representar también el tiempo del relato en los encuadres y en las angulaciones de las viñetas, modificando la interrelación de los personajes y de los objetos mediante la superposición y la anisotropía del espacio. 

La perspectiva altera el ritmo y la acción de la secuencia visual, creando pausas, aceleraciones, acercamientos y distanciamientos. Esta ilusión espacial que depende de su centro de anclaje, hace que el espectador reaccione indistintamente ante la contemplación visual y la amplitud del ángulo de la viñeta explorando su relación con los objetos y los personajes. En algunos casos se utiliza la sombra como imagen. La sombra sustituye el cuerpo, el color y el objeto por una silueta en una estrecha relación de signo. No imita la forma sino que la simboliza, la simplifica y la dramatiza, despojándola de su realismo en un dibujo que se ciñe a su continente y se proyecta en la penumbra. 

La sombra engaña al ojo, pues éste ve lo que realmente no está allí. Es el contraste de la luz; una contrafuerza que intensifica la expresión y un estimulante de la atención que agudiza el significado de la viñeta. El gesto es la huida del discurso verbal; una imagen informacional portadora de su propia estructura. Es un referente al que el signo remite convencionalmente y es un canal de comunicación que une al espectador con el personaje. Es gesto es un indicador acentuativo, cuanto mayor es el número de significantes (gestos) del personaje mayor es el significado de la acción. En los comics se contemplan dos categorías gestuales y actitudinales relativas al carácter expresivo de los personajes: 1. Las funcionales, los gestos genéricos realizados por cualquier personaje en una situación determinada . 
2. Las indiciales, realizadas por personajes secundarios que no representan un papel determinante en la trama y que poseen caracterologías permanentes.

Entroncando directamente con los gestos está la mirada. Existen situaciones modélicas estandarizadas con relación a la expresión visual de los personajes. Es un signo de información, de intercambio, de búsqueda. El personaje monopoliza el espacio; dureza en su fisonomía, enigmático, narcisista, desviación y elevación de la mirada como señaladora de un “yo” dominante y magnificante que entra en juego con el espectador-lector. Es este señalamiento, esta mirada imperativa del personaje que apunta hacia el intercambio, al diálogo y a la relación con el lector, la que permite su significación y comprensión. 

Fuente: Estética del cómic
Silvia Ortega GonzálezFactótum: Revista de filosofía, págs. 1-30

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