¿Qué es un cómic?
La respuesta a esta pregunta determina
la forma de análisis, así como el punto de
partida en nuestro estudio. Al historiador de
la literatura puede recordarle la unidad de
los 3 elementos que Aristóteles exigía en su
Poética para la tragedia: de tiempo, de lugar
y de acción. Otras lecturas más modernas
del cómic son las siguientes.
1. “[U]na estructura narrativa formada por
secuencias progresivas de pictogramas,
en los cuales pueden integrarse
elementos de escritura fonética”.
(Gubern, 1979: 107)
2. “[R]elato icónico-gráfico o icónicoliterario destinado a la difusión masiva
en copias mecánicas idénticas entre sí,
sobre soporte plano y estático”.
(Ramírez, 1976: 198)
3. “El cómic es un lenguaje mixtodescifrable, formado por la integración
del lenguaje icónico y el lenguaje verbal
o fonético, a partir de sintagmas
menores llamados viñetas”. (Mejía,
2001)
4. “Secuencia de viñetas o
representaciones gráficas que narran
una historieta mediante imágenes y
texto que aparece encerrado en un globo
o bocadillo” (DRAE, 2005)
5. “Narrativa mediante secuencia de
imágenes dibujadas.” (Coma, 1979: 9)
6. “La historieta es un producto cultural,
ordenado desde arriba, y funciona según
toda mecánica de la persuasión oculta,
presuponiendo en el receptor una
postura de evasión que estimula de
inmediato las veleidades paternalistas de
los organizadores. [...] Así, los comics,
en su mayoría refleja la implícita
pedagogía de un sistema y funcionan
como refuerzo de los mitos y valores
vigentes.” (Eco, 1973: 299)
7. “Es una forma narrativa cuya estructura
no consta solo de un sistema, sino de
dos: lenguaje e imagen” (Baur 1978:
23)
8. “Historietas en las que predomina la
acción, contadas en secuencias de
imágenes y con un específico repertorio
de signos.” (Dahrendorf)
9. “Una historieta es una secuencia
narrativa formada por viñetas o cuadros
dentro de los cuales pueden integrarse
textos lingüísticos o algunos signos que
representan expresiones fonéticas (boom, crash, bang, etc.).” (Manacorda
de Rosetti 1976: 23)
10. “Imágenes yuxtapuestas y otras
imágenes en secuencia deliberada, con
el propósito de transmitir información y
obtener una respuesta estética en el
lector”. (McCloud, 1995)
Todas estas definiciones, pueden darnos
una idea de lo que es, pero no de cuál es su
lenguaje, cómo llega a nosotros transcrito.
Veámoslo en el siguiente apartado.
Elementos que descifran el mensaje.
Vamos a ver los elementos que
necesitamos conocer para poder descifrar el
mensaje enviado por los autores. Y
posteriormente llevaremos a cabo un análisis
mas profundo. Veamos un poco por encima
los aspectos más relevantes que componen
un cómic.
La estructura narrativa del cómic está
formada por la secuencia progresiva de
viñetas, pictogramas o células, en cuya
estructura sintagmática se pueden integrar o
no elementos de escritura fonética. Su
semiosis se fundamenta a partir del
lexigrama, cuya escritura fonética está
formada por un sistema convencional de
signos típicos.
Este estado pictográfico de las imágenes
es polisémico o monosémico ya que, siempre
habrá alrededor de ellas una serie de
connotaciones o de significaciones icónicas y
verbales.
La parte fonético-literaria no
reviste necesariamente el uso de una
sintaxis o de un discurso organizado como se
puede ver en las onomatopeyas y en las
historietas mudas. Su desarrollo en el
tiempo y en el espacio sucede en un
constante continuum con duración variable
en el cual el lector, a través de la interacción
con su lectura, une a su propio gusto e
imaginación, descifrando y ordenando los
signos para poder interpretar su historia o
narración, pudiendo además, releer las
viñetas anteriores para reinterpretar su
sentido.
Esta lectura progresiva está basada en el
previo aprendizaje de un lenguaje
convencional, específico y de comprensión
universal que contempla a su vez, diversos
sistemas expresivos-perceptivos y cuyos
elementos visuales constituyen su esencia y
su reconocimiento.
Las viñetas son el espacio virtual de la
diéresis y momentos de la acción.
Constituyen la unidad mínima de
significación en el montaje del cómic, representando el espacio y el tiempo de la
acción narrada. Las viñetas son imágenes,
células o pictogramas sucesivos en color o
en blanco y negro, de forma rectangular
apaisada u oblonga, cuadrada, circular o de
formas irregulares con diversos tamaños,
rodeadas generalmente por líneas negras y
separadas entre sí por espacios en blanco,
llamados gutter.
La línea negra representa el
elemento distintivo entre los personajes y
los objetos y es la marca que determina el
estilema del dibujante. La viñeta como
espacio de la narración, contempla en su
estructura o montaje, diversos puntos de
vista, espacios, tiempos, elementos plásticos
y narrativos para construir y articular las
secuencias, a partir de la yuxtaposición de
encuadres que definen la estructura
sintagmática.
El marco o recuadro como apoyo
estructural, dota a la viñeta de autonomía y
de distinción respecto a lo que circunda,
creando a la vez una ventana que hace
contemplativo su contenido, enmarcándolo
en su propio continente.
Transmite la ilusión
de fuerza y un clima emotivo, representando
dos espacios en los que, durante su lectura,
el lector atribuye imaginariamente una
duración temporal:
➢ El bidimensional del encuadre.
➢ El longitudinal de la profundidad o de la
perspectiva.
El marco de la viñeta actúa como
elemento de anclaje, de amarre para
contener la visión, contemplando la
representación del mundo del lector.
Las fronteras del marco determinan la
estructura visual creando una centralidad y
un punto focal determinado, caracterizado
muchas veces por trazos orgánicos o libres y
apartándose del convencional trazo rígido.
Las viñetas, encuadres y globos sin
marco amplían los espacios diegéticos. A la
vez que los hacen ilimitados, permiten otras
posibilidades imaginativas.
Las llamadas viñetas detalle, también
conocidas como viñetas dentro de las
viñetas, contienen en su interior un punto
de vista ampliado, primero plano,
yuxtapuesto sobre una viñeta principal que
está conectada con la unidad de montaje.
Este detalle, legitima la visión de la acción y
del encuadre destacando el contexto de la
viñeta para acercar o alejar el continuum,
sacrificando o marginando un poco el
ambiente general que rodea a la figura.
En
la relación lector-historieta, también hay una
función fáctica, de contacto, que tiene por objeto mantener la atención y continuidad
en torno al desarrollo del discurso narrativo,
así como los recursos elípticos; factores
estructurales ocultos y procesos de
ordenación que el espectador debe llenar o
completar en el momento de hacer la
lectura, a partir de la interacción entre los
diversos elementos icónicos y verbales.
La viñeta como imagen literal, está
constituida estructuralmente dentro de su
discurso narrativo por el estilema, que es la
forma expresiva, el estilo a través del cual,
el dibujante representa gráfica o
pictóricamente el trazo de la línea, las
formas y los colores, la técnica y el recurso
ilustrativo, el uso de lo mimético, de lo
expresionista o del collage como elementos
determinantes para configurar la diéresis.
Debe ser eficaz con la modulación de la línea
en los contornos, el entintado, el relleno, los
sombreados, el uso de la tipografía, de los
gestemas y de la trama. El dibujante debe
ser muy preciso en la factura y en la textura
como fines específicos en la composición y
en la aplicación de recursos y de materiales.
Cuenta la elección de la técnica con todos
sus valores simbólicos, emotivos y
connotativos como elementos relevantes de
la imagen: la línea, la plumilla, la trama, el
relleno, la mancha, la tinta china, el
claroscuro, las sombras chinescas, la
acuarela, los marcadores, los ecolines, el
aerógrafo, el vinilo, los lápices de colores, el
computador y las técnicas mixtas entre
otras. La línea se convierte entonces en
argumento expresivo-cualitativo; en ritmo,
en tensión, en fuerza, en sus mas variadas
combinaciones, alcanzando su propia forma
y el fin propuesto en la viñeta con su
máxima calidad, naturalidad e identidad.
Es fundamental, entre otros aspectos, el
uso de los encuadres: plano general, primer
plano, primerísimo plano, plano medio y
plano americano (tres cuartos). El encuadre
asume el protagonismo del plot, haciendo
fijar la atención del lector en el paso del
tiempo de la secuencia narrativa, con
relación al comportamiento de las fuerzas
visuales de sus puntos de anclaje y con
incidencia directa de la estructura figurafondo.
Compromete igualmente en su lenguaje,
el flash-back y el flash-forward como
elementos o textos de apoyo para transmitir
determinada información al lector respecto a
algún hecho pasado o de algo que va a
suceder.
Las angulaciones: picado o contrapicado,
como parte de los encuadres, se caracterizan
por la incidencia y variable profundidad de campo, enfatizando en el protagonismo y en
la exageración de los personajes. Su función
es de distinción (función diacrítica).
El formato vertical de los picados y
contrapicados, incide y refuerza la
prolongación perceptual, creando
desviaciones ópticas en un emplazamiento
focal antagónico. A la vez que los
componentes de su esquema visual crean la
disposición de las formas generando el
equilibrio, adquieren igualmente su sentido.
Uno de los recursos esenciales de las
viñetas son los gestemas; elementos
utilizados para resaltar partes y detalles de
personajes o de objetos, otorgándoles
connotaciones psicológicas o emotivas muy
precisas.
También tenemos la visión subjetiva. Es
la mirada al interior del relato, en la cual, el
espectador se enfoca e interactúa con la
mirada del personaje que aparece en la
viñeta. Sugiere la forma en que el personaje
percibe las cosas. Aumenta la dinamicidad
de la mirada, de la acción y suscita
emotividad, convirtiéndose en un acto
ambivalente: doble punto de vista.
El uso de la perspectiva descubierta por
los artistas del renacimiento como elemento
de profundidad, distorsión y exageración del
espacio, es un recurso para representar
también el tiempo del relato en los
encuadres y en las angulaciones de las
viñetas, modificando la interrelación de los
personajes y de los objetos mediante la
superposición y la anisotropía del espacio.
La perspectiva altera el ritmo y la acción
de la secuencia visual, creando pausas,
aceleraciones, acercamientos y
distanciamientos. Esta ilusión espacial que
depende de su centro de anclaje, hace que
el espectador reaccione indistintamente ante la contemplación visual y la amplitud del
ángulo de la viñeta explorando su relación
con los objetos y los personajes.
En algunos casos se utiliza la sombra
como imagen. La sombra sustituye el
cuerpo, el color y el objeto por una silueta
en una estrecha relación de signo. No imita
la forma sino que la simboliza, la simplifica y
la dramatiza, despojándola de su realismo
en un dibujo que se ciñe a su continente y
se proyecta en la penumbra.
La sombra engaña al ojo, pues éste ve lo
que realmente no está allí. Es el contraste de
la luz; una contrafuerza que intensifica la
expresión y un estimulante de la atención
que agudiza el significado de la viñeta.
El gesto es la huida del discurso verbal;
una imagen informacional portadora de su
propia estructura. Es un referente al que el
signo remite convencionalmente y es un
canal de comunicación que une al
espectador con el personaje. Es gesto es un
indicador acentuativo, cuanto mayor es el
número de significantes (gestos) del
personaje mayor es el significado de la
acción. En los comics se contemplan dos
categorías gestuales y actitudinales relativas
al carácter expresivo de los personajes:
1. Las funcionales, los gestos genéricos
realizados por cualquier personaje en
una situación determinada .
2. Las indiciales, realizadas por personajes
secundarios que no representan un papel
determinante en la trama y que poseen
caracterologías permanentes.
Entroncando directamente con los gestos
está la mirada. Existen situaciones modélicas
estandarizadas con relación a la expresión
visual de los personajes. Es un signo de
información, de intercambio, de búsqueda.
El personaje monopoliza el espacio; dureza
en su fisonomía, enigmático, narcisista,
desviación y elevación de la mirada como
señaladora de un “yo” dominante y
magnificante que entra en juego con el
espectador-lector. Es este señalamiento,
esta mirada imperativa del personaje que
apunta hacia el intercambio, al diálogo y a la
relación con el lector, la que permite su
significación y comprensión.
Silvia Ortega GonzálezFactótum: Revista de filosofía, págs. 1-30